jueves, 3 de enero de 2013

HOUSE AT RYUSENJI, NAGOYA

Aparece aquí la casa en Ryusenji por una especie de sentimientos enfrentados que provoca en mi pensamiento inevitablemente occidental. Una oscura casa de hormigón en la que la luz del día penetra a través de dos estrechos pozos de luz en el techo. Aparte de las claraboyas, el edificio no tiene ventanas en la sala de estar de doble altura, creando un espacio dramático con singular iluminación exclusivamente cenital.
Vimos en la casa y jardín en Tokyo de Ryue Nishizawa cómo en Japón se construyen modos de vida sorprendentes, sobre todo para parejas jóvenes, pero en este caso de Nagoya la radicalidad del planteamiento se lleva al extremo.
Me gustan las superficies duras de hormigón, ofrecen la pureza de la construcción, el material tal cual se genera en obra con su halo de imperfección. Pero la iluminación de una vivienda es su signo de vida y con ella su incursión en la ciudad, que puede penetrar por los ventanales de la casa.
 
En este caso se ha negado el exterior, no disponemos de más fotos de sus fachadas, en las plantas aparece alguna abertura en los muros del dormitorio, pero lo que es seguro es que el estar solo recibe luz cenital de un pozo de luz cuadrado que invade el espacio central de la doble altura hasta llegar al nivel de una planta.
Estamos ante un caso singular, sin duda único en el que se niega la calle por completo. Construir una arquitectura, que va a durar muchos años, con estas condiciones habla cuando menos de un cliente muy especial, con preferencias extremas que nosotros no podemos entender.
Sin duda la reducción del ruido visual a unas paredes desnudas y a un lucernario que traga un halo de luz determinan un gran silencio auditivo y visual en el interior del estar.
Diseñada por el estudio del arquitecto japonés Tomoaki Uno, la casa de dos pisos en Nagoya contiene sólo tres habitaciones; una sala de estar que incorpora cocina y un baño en la planta baja y un dormitorio de tamaño medio en la primera planta.
 
El dormitorio se ilumina con otro lucernario, esta vez circular, y por un hueco rectangular bajo con una compuerta practicable en el centro de la pared menor.
Lucernario del estar y lucernario del dormitorio
 
A pesar de ello, el arquitecto Tomoaki Uno dijo que "valora la luz del sol" por encima de todo. "El interior es oscuro en estas fotografías, pero esa expresión varía de un día a otro".
La elevada prolongación en altura de los muros de la azotea la niega también a la ciudad, ofreciendo solamente las aberturas de los lucernarios en el plano horizontal del suelo y la iluminación para la escalera bajo una carcasa también de hormigón de sección triangular que emerge del suelo. Esta sección acompaña el trazado de la escalera. La grava de la azotea niega cualquier atisbo de carácter vividero en este espacio.
Las paredes interiores se dejan como hormigón visto, con su duro aspecto. Este tema continúa en el exterior, donde aparece la única abertura en los muros de hormigón; es una puerta de metal que revela la entrada en el lateral largo del edificio.
 
Uno describió el proyecto como una oportunidad única en la vida. "Yo no hago este tipo de arquitectura todo el tiempo", dijo.
"La arquitectura me ha enseñado a reprimir mis pensamientos ociosos y a considerar profundamente y recordarme la represión y la tranquila belleza. Y fue esta honesta arquitectura la que me ha disciplinado el desinterés y la concentración".
House in Minamiyama, Aichi, también de Tomoaki Uno
 
House at Ryusenji
Location: Nagoya, Aichi
Prinicpal use: residence
Site area: 118.33 sq m
Total floor area: 69.94 sq m
Structure: wall reinforced concrete
Scale: 2 storeys

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